lunes, 29 de noviembre de 2010

TODO ES RELATIVO

Un erudito subió a una barca, dispuesto a cruzar el caudaloso río. El barquero, con las pocas palabras que le permitía su escasa ilustración, le dio la bienvenida. El pasajero preguntó:
-¿Tú no sabes gramática?
-No, señor, soy un iletrado- respondió el barquero.
-¿Y geografía? ¿Y aritmética?
-No, señor, nada de eso sé.
-¡Supongo que tampoco historia, literatura o filosofía!
-No tengo ni idea, señor; sólo soy un ignorante - expresó, humillado, el pobre hombre.
-Pues, amigo, un hombre sin cultura es alguien que ha perdido la mitad de su vida - sentenció el erudito.
Instantes después, la barca, arrastrada por la corriente, se estrelló contra una roca y comenzó a anegarse.
El barquero preguntó al pasajero:
-Señor, ¿sabe Ud. nadar?
-Claro que no, ¿para qué me hubiera servido aprender algo tan trivial?- respondió.
-Nada menos que para no perder la otra mitad de su vida- alcanzó a decir el barquero, mientras nadaba hacia la orilla.


.......................................................................................................
La ironía es la figura retórica que se utiliza en este relato. Consiste en expresar lo que se piensa de tal forma que, sólo por el contexto, se puede reconocer la verdadera intención del emisor. En este caso en particular, la ironía se transforma en sarcasmo debido al final cruel de la historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.