miércoles, 22 de diciembre de 2010

APRENDER DEL QUE SABE...

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Continuaron fumando el narguile durante algún tiempo, mientras el sol se escondía. Estaban conversando en árabe, y el muchacho se sentía muy satisfecho por haber logrado hablar el idioma. No se lo habían enseñado sus ovejas.
Hubo una época en la que creyó que las ovejas podían enseñarle todo lo que hay que saber sobre el mundo.
-"Debe haber cosas que las ovejas no pueden enseñar-pensó el joven- porque sólo se preocupan por buscar agua y comida; sin embargo, ¡cuántas cosas me dijeron, sin hablarme, sólo haciendo! Y si aprendí con las ovejas, puedo aprender también con el desierto. Él me parece viejo, generoso y sabio, sólo tengo que prestarle mucha atención".
El viento no paraba; tal vez estaría ahora rozando levemente la lana de sus ovejas, que seguirían en busca de agua y alimento, allá lejos, por los campos de Andalucía.
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La personificación  es el recurso literario que se destaca en estos párrafos. Se trata de atribuir características humanas a animales, a objetos inanimados, a fenómenos naturales, a cualidades y virtudes, etc., presentándolos como protagonistas de acciones inherentes al hombre. Tal es, también, el caso de las fábulas, los cuentos maravillosos y algunas alegorías.

domingo, 12 de diciembre de 2010

¡TONTO DE CUIDADO!

Un agricultor se dirigió al molino, cargando un saco con trigo que acababa de cosechar. Viendo que había allí varios sacos conteniendo harina, arrojó tras el molino los granos del suyo y comenzó a llenarlo con la harina ajena.
El molinero observó la maniobra y le gritó:
-¿Se puede saber qué haces?
-Soy un hombre tonto- replicó- así que actúo según mi pobre juicio.
-Si eres tonto ¿por qué no recoges tus granos y los pones en los sacos de los demás?- preguntó el molinero.
-Porque soy un tonto común; para hacer eso ¡debería ser un gran tonto!




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Otro ejemplo de la utilización de la ironía como recurso de gran sencillez, pero de fuerte impacto, en la comprensión lectora y la consiguiente interpretación del mensaje.